Tras 2 años de negociaciones, Minsur llegó a un acuerdo con la Mesa de Desarrollo de la Cuenca Antauta para implementar diversos proyectos de desarrollo en esta localidad de la provincia de Melgar, donde opera la mina San Rafael.
Este documento –firmado ante la presencia de autoridades del Estado, como la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), el Ministerio de Energía y Minas (MEM), el Comisionado para la Paz– incluye diversos compromisos para un trabajo conjunto que beneficiará a cientos de pobladores del distrito. El compromiso de Minsur es ejecutar anualmente un proyecto concertado de gran envergadura a nivel social o productivo.
También se compromete a financiar equipamiento productivo como cercos ganaderos, invernaderos y cobertizos por montos superiores a los 4 millones de soles. El acuerdo también incluye entregar cerca de 25 becas anuales para los jóvenes en centros de estudios como SENATI, TECSUP, CETEMIN y la EPA, además de fortalecer el empleo local.
Es importante destacar que el acuerdo se hace realidad tras negociaciones que comenzaron en el año 2014 a lo largo de más de 20 reuniones y que fue avalado por la PCM y el MEM. En la Mesa de Desarrollo de la cuenca Antauta participan presidentes de los diversos sectores y barrios de la cuenca Antauta, así como tenientes gobernadores e instituciones locales.
Tanto Minsur como los representantes de la comunidad gestionarán recursos y proyectos del Estado para implementar importantes obras de infraestructura. Los estudios técnicos del proyecto de agua y saneamiento para Antauta, por ejemplo, fueron financiados por Minsur, con un monto total de 200 000 dólares.
Desde Minsur, aspiramos a que este tipo de espacios proactivos se puedan replicar en otros ámbitos del distrito, pues el objetivo es gestionar conjuntamente el desarrollo social y económico de la población. En la actualidad, de hecho, también tenemos vigente otro espacio de diálogo pro desarrollo con el distrito de Ajoyani, en la provincia de Carabaya, a través del cual se vienen implementando obras a favor de esta localidad.
Esta iniciativa que ya es una realidad es un ejemplo de cómo se puede lograr un desarrollo concertado, armónico y con responsabilidad entre las empresas mineras y la población, dando a cada cual el rol que le compete y apuntando, de forma transparente, al beneficio común.